jueves, 22 de diciembre de 2016

Tarde

La tarde comenzaba a desvanecerse y lo observaba por la ventana de mi habitación, el cielo se volvió en tonos anaranjados dejando atrás el cielo azul que había predominado durante el día... Un huracán de pensamientos atiborraban mi mente, de repente como si lo hubiera llamado, la puerta de mi casa comenzó a vibrar, alguien la golpeaba desesperadamente como si una tormenta se encontrara afuera y lo único que se busca es un refugio.
Se preguntarán: ¿acaso vives sola? no, claro que no, vivo con mi familia, sin embargo todos trabajan, y por ser temporada de vacaciones, no tengo asuntos escolares por atender.
Pero a pesar de los golpes en la puerta no iba a abrir abruptamente, necesitaba cerciorarme de que sería seguro abrirla, así que pregunte: -¿Quién?- y los golpes cesaron, me acerqué a la puerta y si percibía la respiración de alguien, volví a preguntar y esta vez contestaron: .-yo-  los vellos de mi cuerpo, mi corazón y mis pensamientos se volvieron locos, era él, pero ¿que demonios hacía afuera de mi casa?...
Me volví a verme en el espejo de la sala, era un hermoso desastre mi aspecto en esa tarde, sin embargo lo único que haría sería abrir la puerta, correrlo y listo, continuaría como si nada, sin embargo al abrir la puerta el rápidamente se abalanzó sobre mi, no para estrangularme y así eliminar uno de sus mayores problemas, sino que me abrazó como un niño abraza a su peluche en una noche tétrica y tormentosa, <<¿Qué le pasó?>> me preguntaba, quizá yo muy tonta, creí que había terminado con ella, sin embargo después de ese largo abrazo que hubo en la puerta de mi casa, lo pasé pues no quería que los vecinos chismosos sacaran conclusiones, el solo se limito a verme y disculparse, se disculpaba por cualquier acción que haya provocado mi molestia una noche antes en su apartamento, el como todo buen hombre aún no comprendía lo mucho que me molestaba su relación, creyó que sus acercamientos me habían incomodado, pero como podía ser posible si lo único que yo deseaba era que el se acercara a mi de la manera más intima y pasional que pueden tener dos personas que se aman... así que tomé la determinación, me acerqué mucho a su rostro, el muy torpemente me tomó de mi cintura, rozamos nuestras narices, primero un beso en la mejilla, otro en la comisura, en la nariz y por fin en los labios...

lunes, 28 de noviembre de 2016

¿Ahora que?

Después de un día devastador, un día en el que de nuevo me han roto mis ilusiones y sueños,  escribo con temor: acaso, ¿yo no nací para amar?, ¿acaso el sueño de la ilusión romántica quedará solo en sueños?  ,  espero con estas palabras no estarme condenando a la desilusión eterna...  Y si no es así,  y si hay alguien para mi,  ¿en dónde estás?  ¿Cómo encontrarte?  Si puede haber respuesta te pido te contactes conmigo en el mundo real y ya no sólo en el mundo de los sueños...

miércoles, 29 de junio de 2016

Encuentro

Me encontraba en el mostrador del hotel, esperando que el recepcionista me diera la llave de mi habitación, debido al cansancio cerré los ojos mientras inhalaba y exhalaba profundamente, disfrutaba del refugio que me daban la oscuridad de mis párpados, de repente, te sentí… abrazándome, la tela áspera de tu saco rozaba la piel de mis delgados brazos, olí… esa colonia de roble seco, escuché … esa voz que hacía palpitar mi piel… abrí los ojos y ví… nada, el chico del mostrador aún llenaba mi registro, me rasqué la nuca para disimular cualquier gesto extraño que haya hecho,  entonces el chico me preguntó: -¿Cuarto para uno verdad?- esa pregunta me respondió otra que me estaba haciendo desde hace algún tiempo: ¿En realidad existe este hombre con colonia de roble? , ante la respuesta de la última pregunta tomé el pequeño frasco de píldoras que estaba en el fondo de mi bolso, recogí la llave y me retiré a mi habitación.

domingo, 12 de junio de 2016

Ocaso deseado

Navegando en esta tarde por el lago del pueblo, me siento triste pero tranquilo a la vez, la tarde es perfecta, además brindan un ambiente cálido esos dos soles que aún no se resguardan detrás de la montaña, el primero de ellos tiñe todo el lugar de colores vibrantes y fuertes, al igual que le otorga a mi piel este tono tostado.

El otro sol, tú, ser que ha iluminado mi caminar, mi sentir, mi pensar desde hace ya mucho tiempo.

No es necesario mover ni un poco los remos pues el viento me aleja cada vez más de las espigas de trigo que se encuentran en la orilla.
Observo mi reflejo en el lago y a un lado, nada…

Aquí en la tranquilidad absoluta del atardecer te observo por última vez, tocándote, sintiéndote como nunca lo pude hacer,  tu blanca piel, tu pequeña nariz,  tu cabello negro… me acerco lentamente a esos labios, antes fruta deseada y prohibida, tratando de besar cada gota de perfume, risas y lágrimas que quede en ti, hasta arrancarte el último suspiro.

Una ráfaga de despedidas pronuncio, después, uno de los soles se esconde en el fondo del lago.


Observo mi reflejo de nuevo en la calma y por fin a un lado estás tú, solo que yo soy un reflejo en el agua, el cual se alejara en la vieja balsa y tú te quedarás por siempre, en el fondo, esperando mi regreso, como yo siempre te esperé.

sábado, 14 de mayo de 2016

Oleaje de inexistencia

Deseos nocturnos me empujan por el acantilado,  las migajas de los sueños me conducen a la mar de los deseos.

Me sumerjo lentamente en la marea de tu muda voz… evaporando poco a poco la densa duna de tu barba.

Nadando entre las lunas de tus besos imagino la perla de tus ojos, perla de nácar, blanca, desconocida aún.


Me dejo llevar por el oleaje de tu risa, por mi imaginación, por mis deseos… porque tú, como  reflejo del faro que se percibe en la mar…  eres tan real e inexistente.

sábado, 7 de mayo de 2016

Dulces momentos


El sol se mece en los árboles, endulzando con su tenue luz las alegrías que enmarcan la callejuela, un sujeto con bigote de croissant toca su viejo acordeón, música que han aprovechado aquellos dos enamorados: él fragancia de menta, y ella, de canela… miradas exquisitas, besos de vainilla, labios de arándano.

Allá en la esquina están ese par de magdalenas aplaudiéndole a los  recuerdos de su ahora juventud marchita.

En las mesillas de las flores, miradas que torpemente se encuentran juguetean al ritmo que la  brisa acaricia los cabellos del sol en esta tarde.


Piruletas de emociones se viven en la calle más dulce de la ciudad.


miércoles, 16 de marzo de 2016

Enraizada a ti


Las rosas están celosas de nuestros encuentros vespertinos, tardes en las que tus labios de hojarasca se refrescan en mis besos de rocío… combinación perfecta: tú y yo.

El césped nuestra cama y el sol la sábana.
Pigmentos de susurros y sonrisas

Lo bueno es que las rosas no pueden hablar así ella no se entera... ella: planta trepadora, ¿o la trepadora soy yo?

Ya tarde es y ella está por llegar junto con la luna y tu ausencia. Te alejas dejándome por despedida esa mirada de néctar.
Mis pétalos se caen a la par que mi corazón se marchita… sin tu luz no me queda de otra que regresar a la tierra, pero en algún momento renaceré más bella, más blanca,  más tuya.


Tú el jardinero y yo una gardenia enamorada.


domingo, 6 de marzo de 2016

Atardecer eterno

El cielo enrojecido de aquella tarde le otorgaba un especial encanto a este bosque de veredas taciturnas, el silencio fue cortado por el trotar de mis pasos, unos pasos enloquecidos al latir de mi corazón, yo ocultándome del amor, escapando de sus besos y abrazos, un juego tonto que él se había inventado aquella tarde aburrida de películas.

Ese día me oculté en la rugosidad de un gran oyamel, estaba temblorosa, agitada, ansiosa de que él llegara…de repente escuché el crujir de las hojas, me di la vuelta y antes de que pudiera hablar, unas fuertes manos rodearon mi cuello, sofocando sueños e ilusiones, asfixiando mis lágrimas y oprimiendo mi corazón… de la misma manera que la oscuridad de la noche iba cubriendo el bosque, estaba apagándose mi vida en manos del que yo creía era mi amor.

Desde aquél día estoy condenada al silencio, condenada al eterno cielo teñido de tinto que matiza las plantas, el rio e incluso a mi piel rancia.
Los troncos rugosos han destrozado las yemas de mis dedos con cada caricia, el pasto seco ha cortado mis pies desnudos y el viento se ha llevado cada uno de mis cabellos al igual que mis recuerdos, hay veces que sé quién era, pero otras veces ni yo misma sé si soy recuerdo, olvido o nada.


Después de caminar sin rumbo es mi eternidad sentarme debajo del oyamel  a observar como la corriente del río escapa, algo que yo no puedo hacer: huir del silencio, olvido y soledad, porque desde que dejé de existir en el mundo del amanecer, no hay nadie conmigo, solo estos árboles observando cómo me pulverizo en el mundo de las sombras.

martes, 1 de marzo de 2016

El puente del adiós



“Me vi envuelto del sol ausente, en la bruma de tu risa, en la tiniebla de olvido. Un solitario caminar en el puente del adiós”

jueves, 4 de febrero de 2016

El regalo

Regina, señorita catequista de 55 años se aproxima temerosa a su casa después de haber pasado por el famoso mercado de brujería.
La oscuridad de la noche es estremecedora, el cantar de un grillo es amenazante y aquel gato escuálido que va pasando es simplemente espeluznante, por lo que la catequista apresura sus pequeños pasos mientras se repite una y otra vez en su mente <<Tranquila, nada te va a pasar, dentro de pronto estarás en la seguridad de tu casa>>
La oscuridad y las sombras de la noche comienzan a  acorralarla pero por suerte ha llegado a casa, comienza a buscar las llaves cuando... -¡¿Qué es esto?!- exclama horroriza al ver la gran caja de regalo con moño rojo que está en su puerta obstruyendo el paso.

Voltea a un lado y al otro, no se ve nadie a metros de distancia.
Sin tocar la caja comienza a buscar alguna tarjeta, algún recado, un algo que le indique quién es el autor de dicha entrega, al no tener suerte en su búsqueda un terrible pensamiento la sofoca <<de seguro ha de haber una rata muerta con tierra de panteón y velas negras, así como los objetos oscuros que venden en aquel mercado>>.
Esta idea la aterra por lo que comienza a aferrarse a su rosario, suplicándole que con algún poder celestial desaparezca aquel objeto, pero la caja sigue ahí despampanante con su brillante moño.
Regina con muchas ganas de entrar a su casa y de ir al baño, se arma de valor y destapa la misteriosa caja...

Sus ojos se cristalizan y las manos le tiemblan cuando toma la fotografía enmarcada que se encuentra en el interior de la caja, es de la feria del '79, ella está  protegida por los brazos del único hombre que ha amado en su vida: Alejandro, ambos se ven jóvenes radiantes y sobre todo enamorados.
-¿Qué habrá sido de ti?, ¿Dónde estarás? te extraño tanto- dice Regina mientras acaricia con sus delicados dedos el rostro de su amado.
De repente una voz grave y seductora le responde -Aquí estoy-
Regina asombrada, conmocionada, temblorosa e incrédula por lo que está escuchando se da la vuelta y ahí está Alejandro, aquel hombre que le dio significado a la palabra amor.


Regina efectivamente logró entrar a su casa, solamente que lo hizo de la mano de  Alejandro.


miércoles, 3 de febrero de 2016

Victoria

Sol, arena, playa y cacahuates, la mejor combinación para pasar un día increíble en familia.
Los niños corren de las olas mientras que los jóvenes se zambullen en ellas y los adultos junto con los abuelos comen y beben a salud de ese momento.
El sol brilla, la gente va y viene pero nadie está preparado para la ola que se vislumbra a lo lejos, una ola que no conoce límites, mientras más avanza más crece.
Los gritos y las advertencias no se hacen esperar por lo que hay que recoger a los pequeños, celulares, cámaras, tollas y correr a las alturas para evitar que la marea se lleve algo más que los cacahuates.
Por suerte nadie está cerca de la playa cuando llega "Doña inmensidad" sepultando los camastros, arrastrando sombrillas y por supuesto desapareciendo los cacahuates olvidados pero... algo atrae más la atención de los visitantes playeros que los destrozos de aquella ola y es la anciana que como una boya ¡está en medio del mar!
Los valientes de pantorrilla fuerte se dirigen hacia la boya viviente envejecida, nadan entre el chocar de las olas esquivando balones, hieleras y cacahuates de los que se ha apropiado "La Doña", de repente la anciana levanta la mano en muestra de victoria, ha recuperado la sandalia que le había arrebatado el mar cuando se atrevió a invadir su espacio familiar.

martes, 2 de febrero de 2016

Chirrido

Por fin llegué, a pesar de las interminables luces rojas en mi pasar por el tráfico nocturno, volteo a un lado, a otro, ahí hay un lugar.
Me acerco hacia aquella banca raída de la esquina, me siento y <<chirrido>> me acomodo en el respaldo <<chirrido>>.
Esta banca está tan vieja que cada que alguien descansa sobre ella emite un chirrido de dolor,  caray no hay más lugares en el sitio mas que esta banca.
Una señora regordeta con su abrigo color uva se aproxima, cada vez más cerca... <<chirrido>> caray, espero que nadie más llegue sino esta banca no resistirá.
No debo moverme, la señora uva tampoco, comienzo a temer por la seguridad de mi cadera, <<chirrido>> me estremezco, la señora uva está moviendo sus opulentas caderas en busca de su celular que chilla por poco más que esta banca <<chirrido>> trato de emitirle alguna advertencia ¿telepatía? ¿rayos láser? <<chirrido>>. el abrigo de la señora regordeta la hace inmune a mis advertencias <<chirrido>>...El pánico me invade, el clavo oxidado que se encuentra en la esquina de la banca se yergue cada vez más, me debo de controlar, debo de levantarme antes de que... <<chirrido>>

lunes, 1 de febrero de 2016

Amanecer

El sol ha salido,  noto la claridad a través de mis párpados aún cerrados. 
Por más  que intento aferrarme al sueño es imposible...   Abro los ojos y lo primero que veo es el pequeño y lento ventilador girando,  tan lento como las gotas de sudor deslizándose por mi rostro.
El calor sofocante invade la habitación y mi piel está tan pegajosa que podría quedarme pegada a la sábana <<que asco>> por lo tanto decido levantarme. Caminando con mis pies descalzos y cubriendo mi desnudez  con su camisa favorita me dirijo al balcón con la esperanza de que la brisa me refresque más que aquel pequeño ventilador.
Mientras contemplo el sol saliente por encima de la marea pienso <<jamás debí de haber salido de casa,  mis papás me van a matar cuando regrese,  fue una locura que se decidió en un mal momento,  fue un error... >> de pronto mis pensamientos se ven interrumpidos por un beso en la mejilla que me estremece por completo <<él ,  él  está aquí>>.
Me rodea con sus brazos y me susurra,  casi acariciándome con su aliento: - Buenos días mi amor-
Ahora estando entre sus brazos ya no me parece tan mal el clima,  además la vista es espectacular y lo mejor es que sólo estamos él y yo.

sábado, 30 de enero de 2016

Cebolla ¿yo?

Cebolla ¿yo?

Hace algún tiempo en una ciudad distante a la mía una persona me dijo: -tu eres una cebolla- lo primero que se me vino a la mente fue: <<mal oliente,  no puede ser huelo mal, por favor que con cerrar los ojos aparezca en mi recámara>>... pero por más que parpadeaba la persona seguía ahí, las demás personas también y de seguro toda mi peste también.
La persona seguramente se percató de mi pestañeo constante así que me dijo: -ser cebolla, de donde soy, significa que se es una persona extrovertida-
Si bien es cierto que en ese momento desapareció toda esa nube imaginaria pestilente que nos rodeaba... me llegó una gran duda: ¿Cómo una cebolla puede ser extrovertida?
Puede que una cebolla sea extrovertida porque le da el sabor necesario a diferentes alimentos, porque sin temor se deja quitar las capas que la cubren , o quizá por su blancura...
Supongo que esa pregunta me perseguirá por mucho tiempo al menos que vuelva a ver a esa persona que casualmente la encontré en aquel lugar donde no importa la afinación de la voz, lo que importa es el sentimiento...

Dulzor

... El me visitó como cada noche en el bosque de los sueños,  pero hoy al despertar aún puedo sentir el dulzor de sus labios en los míos...

En el bosque de los sueños

La distancia que los separaba era inmensa al igual que su amor y sus ganas de verse,  por eso acordaron que sin importar el cambio de horario,  siempre se dormirían a la misma hora para poder encontrarse en el bosque de los sueños,  en ese bosque donde las luciérnagas se unían a las estrellas y a la luna para alumbrar el rostro de ambos,  para alumbrar esos ojos que el tanto extrañaba y esa sonrisa que ella tanto añoraba.
Cada encuentro era diferente,  pero comenzaba de la misma manera: tomados de la mano se escondían de la luna debajo de aquel gran sauce y se besaban hasta que sus labios se decían lo mucho que se necesitaban el uno del otro.
Había momentos en los que solo se miraban mientras respiraban el frescor de las flores , otras veces bailaban bajo la luz de la luna y a veces se sentaban sobre una roca para apreciar el sonar del viento en las hojas de la arboleda.
Como siempre llegaba el momento del adiós y con un beso impregnado del bosque de los sueños se despedían con la promesa de encontrarse a la noche siguiente.
Y así era siempre,  pero algo sucedió cuando ella despertó:  aún podía sentir en sus labios el dulzor de aquel último beso, entonces ella se dio cuenta...

lunes, 25 de enero de 2016

Migajas de celular

Migajas de celular

El celular de mi amiga ha sufrido mucho, ha pasado por mensajes donde la angustia, el coraje y la tristeza han predominado.
El celular de mi amiga está igual que el corazón de ella: hecho añicos.
La pantalla está dividida por una gran grieta que solo le deja cortadas en sus pulgares cada vez que la toca, aunque nada la destroza más que los mensajes de él, nada la lastima más que las fotos de él sin ella.
La esquina izquierda del celular de mi amiga se está desmoronando como un mazapán que se ha caído al tronar del cántaro,  pero lo que ella aún no sabe es que de la misma manera se está desmoronando el amor que siente por él.
El corazón de mi amiga se puede recuperar pero a su celular no le queda de otra más que terminarse de desmoronar en sus recuerdos, en el pasado, donde habrá quedado él.



sábado, 23 de enero de 2016

Atardecer

'' Y como el sol fue callendo detrás de las montañas,  la esperanza de que él llegara también se desvaneció''

sábado, 16 de enero de 2016

Personas y portadas

Personas y portadas

Alguna vez te has sentado en una banca de algún parque y ¿te has puesto a observar a las personas?
Observar a las personas es como entrar a una biblioteca: las hay desde los que se ven que llevan prisa para llegar a algún lugar, hasta los que solo van caminando y apreciando el momento y en su rostro emanan una tranquilidad absoluta. 
Hay otra clase de personas las que ocultan su verdadera historia detrás de una portada diferente ... y yo me pregunto: ¿Para qué ocultarse?
Siempre me ha parecido muy interesante observar personas... observar portadas... pero al fin y al cabo las personas valen por su historia al igual que un libro.


jueves, 14 de enero de 2016

Escapar de él...

Escapar de él...


Las gotas de lluvia se deslizaban lentamente por su ventana, al igual que esos recuerdos se deslizaban en la mente de ella.
¿Cómo era posible que aquella bella historia hubiera terminado con una simple pero definitiva palabra: Adiós? 
De tan solo recordar ese momento, esa palabra, ella sintió que un escalofrío la recorría por todo su cuerpo, así que tomó una cobija y se cubrió de tal manera que pareciera una almohada más en la cama.
Lo que ella no sabía era que por mas que se escondiera llegarían todos esos recuerdos, esos recuerdos que la invadían esa noche en la oscuridad: el olor de su perfume acompañado de su risa, esa imagen de su mirada seria y ese sentir de sus labios que la envolvían más que la cobija en la que estaba oculta.
Entonces ella comprendió que no podría escapar de él nunca,  porque...¿Cómo escapar de alguien si lo tienes clavado en el corazón?



La máxima expresión del romanticismo



LA MÁXIMA EXPRESIÓN DEL ROMANTICISMO

Y soñar con esas épocas doradas, lugares en donde la máxima expresión del romanticismo era a través del baile, en el que la caballerosidad y el respeto no faltaban, un baile en donde al ritmo de la orquesta, sonrisas y miradas se conectaban hasta el corazón.